La fiebre es uno de los motivos de consulta más frecuentes en Pediatría. Es una reacción normal del cuerpo, generalmente como consecuencia de una infección por virus; y más raramente por bacterias. En definitiva es la lucha del cuerpo contra las infecciones y sirve para poner en marcha las defensas. No es una enfermedad, y no siempre está unida a una enfermedad grave. La fiebre es un síntoma poco peligroso en sí mismo. Así que no debemos considerarla como un criterio de gravedad, aunque a veces sí que pueda serlo. Además, casi siempre, el niño presenta otros síntomas (tos, estornudos, odinofagia, otalgia, diarrea o exantema) que pueden ayudar a saber la causa de la misma.