La fiebre es uno de los motivos de
consulta más frecuentes en Pediatría. Es una reacción normal del cuerpo,
generalmente como consecuencia de una infección por virus; y más raramente por
bacterias. En definitiva es la lucha del cuerpo contra las infecciones y sirve
para poner en marcha las defensas.
No
es una enfermedad, y no siempre está unida a una enfermedad grave. La fiebre es
un síntoma poco peligroso en sí mismo. Así que no debemos considerarla como un
criterio de gravedad, aunque a veces sí que pueda serlo.
Además,
casi siempre, el niño presenta otros síntomas (tos, estornudos, odinofagia,
otalgia, diarrea o exantema) que pueden ayudar a saber la causa de la misma.
Consiste
en el aumento de la temperatura normal del cuerpo. Su valor varía según el
sitio donde se mida. Un niño tendrá fiebre cuando la temperatura es superior a
38ºC si es tomada en axila o 38,5ºC si se hace en recto. Muchos padres temen que la fiebre ocasione
daño cerebral, pero esto generalmente no ocurre, salvo que la fiebre sea de más
de 42ºC.
¿Cómo detectar la fiebre?
En primer lugar, sentiremos un
aumento de la temperatura al tocar al niño. Otros signos son el enrojecimiento
de las mejillas, cierto brillo en los ojos, una disminución de la actividad,
sensación de frío y escalofríos, aumento de la frecuencia cardiaca y
respiratoria, e incluso el descenso de los testículos dentro del escroto.
Si
piensa que su hijo tiene fiebre, no debe decidirlo poniéndole la mano en la
frente; lo mejor es comprobarlo con un termómetro (sirve cualquiera salvo los
de mercurio), preferiblemente en axila. Es importante saber que en menos de la
mitad de los casos en los que se sospecha fiebre, realmente se tendrá.
¿Qué puede hacer en casa?
Los
padres suelen estar preocupados por la temperatura elevada del niño. Pero lo
verdaderamente importante son las molestias que ésta causa en el niño, y es
ésto lo que deberemos tratar para aliviar al niño.
Si sonríe,
juega y está contento, es una señal de que el niño se encuentra bien y no debe
preocuparnos su temperatura en exceso ni necesita tratamiento. Por tanto no es
necesario bajar la fiebre en todas las circunstancias, sólo si el niño está
molesto.
Si lo está, lo podremos aliviar de
la siguiente forma:
⁃ Quítele ropa
para que el cuerpo pierda el calor que le sobra, y mantenga una temperatura
ambiente agradable
⁃ Dele baños de
agua templada pero no fría. Es preferible que el niño permanezca unos minutos
“a remojo” tranquilo, siendo siempre vigilado por un adulto
⁃ No se
recomienda usar compresas de alcohol
⁃ Si la fiebre es
alta o el niño está incomodo, puede darle algún antitérmico (Paracetamol o
Ibuprofeno)
⁃ Ofrézcale, sin
forzar, abundantes líquidos para prevenir la deshidratación por las pérdidas de
agua que conllevan el exceso de temperatura
⁃ No se deben dar
antibióticos para tratar la fiebre causada por virus
¿Cuándo debe acudir al Pediatra o a un Servicio de Urgencias?
⁃ La fiebre dura
más de 48 horas
⁃ Temperatura
superior a 40º
⁃ El niño está
muy irritable, adormilado o decaído, o presenta un llanto excesivo difícil de
calmar
⁃ El niño tiene
mal aspecto o le cuesta respirar
⁃ Si presenta
cefalea intensa y vómitos repetitivos
⁃ Si aparece
manchas rojas intensas en la piel que no desaparecen al presionar ni estirar la
piel
⁃ Siempre si
tiene menos de 3 meses de edad
⁃ Si ha
presentado por primera vez una convulsión febril
⁃ Si se acompaña
de vómitos y/o diarrea persistentes o muy abundantes (riesgo de deshidratación)
En
definitiva, respecto al momento más adecuado para consultar sobre la fiebre, el
mejor consejero en la mayoría de los casos será su propio sentido común.
Breves consejos sobre los antitérmicos
⁃ Son
medicamentos que se emplean para tratar la fiebre
⁃ Bajan la fiebre
sólo entre 1-1,5ºC
⁃ No bajan la
fiebre por debajo de los límites normales de la temperatura
⁃ No disminuyen
el riesgo de presentar convulsiones febriles en niños predispuestos
⁃ No administrar
antes de la aplicación de una vacuna
⁃ No administrar
la siguiente dosis si el niño no tiene fiebre como prevención
⁃ Use en <4
meses: Paracetamol (0,15 ml/kg/dosis); y a partir de 4 meses: Paracetamol (0,15
ml/kg/dosis) o Ibuprofeno (jarabe al 2%: 1 ml/kg/día; jarabe al 4%: 0,5
ml/kg/día)
⁃ No se debe dar
ácido acetilsalicílico (Aspirina)
⁃ Para
administrar la dosis adecuada, fíjese en el peso del niño más que en la edad
⁃ Respete los
intervalos entre las dosis, aunque la fiebre reaparezca antes
⁃ No hace falta
despertar al niño si está dormido para administrar la dosis correspondiente
⁃ No es
aconsejable alternar o combinar ambos medicamentos
⁃ Siempre que sea
posible déselos por la boca y no por vía rectal
Enlaces de interés:
- Fiebre. Hojas informativas para padres. Sociedad Española
de Urgencias de Pediatría. SEUP. (http://www.seup.org/pdf_public/hojas_padres/fiebre.pdf)
- ¿Qué hacer cuando
el niño tiene fiebre?. En Familia. AEPed
(http://enfamilia.aeped.es/temas-salud/que-hacer-cuando-nino-tiene-fiebre)
Autor:
Dra. Marta
Avellana Gallán
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