La catarata es la causa más frecuente de ceguera
reversible en los países más desarrollados. Casi 3 de cada 4 personas mayores de
75 años van a tener cataratas, la mayoría en los dos ojos, aunque uno puede estar
peor que el otro porque evolucionan a distinta rapidez.
¿Qué son las cataratas?
El cristalino es una
estructura con forma de lente biconvexa
situada en el interior del ojo. En condiciones normales es transparente,
permitiendo el paso de los rayos de luz y, junto a la córnea, lleva a
cabo la función de enfocar objetos situados a diferentes distancias sobre la
retina. Este objetivo lo consigue mediante un aumento o disminución de su
curvatura y de su espesor, proceso que se denomina acomodación. La
opacidad del cristalino provoca que la luz se disperse dentro del ojo y no se
pueda enfocar en la retina, creando imágenes difusas.
Llamamos
catarata a cualquier opacidad del cristalino, pudiendo afectar o no a la
visión. Constituye la causa más frecuente de ceguera reversible en los países
más desarrollados y provoca una disminución progresiva de la visión conforme va
evolucionando. También puede asociarse a una gran facilidad para el
deslumbramiento, sintiéndose el paciente más cómodo en ambientes poco
iluminados.
¿Por qué se producen?
Existen
múltiples causas que pueden provocar cataratas. La catarata senil es el tipo
más común de catarata y se produce por la degeneración del cristalino debida
exclusivamente a la edad, aunque puede acelerarse el proceso si asocia algunas
enfermedades o por determinados factores ambientales. Más del 75% de los
pacientes mayores de 60 años, y el 95% de los mayores de 75 presentarán algún
grado de opacidad del cristalino. Sin embargo, en muchos casos la evolución
será muy lenta y nunca llegarán a producir una pérdida de visión que precise
intervención quirúrgica.
¿Qué factores pueden acelerar la formación
de cataratas?
Algunas
enfermedades crónicas como la diabetes o la neurofibromatosis, o algunos factores
como el tabaquismo, el uso prolongado de corticoides, la exposición a radiación,
o demasiada exposición a rayos ultravioleta (luz solar) pueden acelerar la opacidad
del cristalino. Lesiones previas en el ojo, golpes e infecciones crónicas como la
uveítis o la alta miopía aumentan la posibilidad de desarrollar cataratas. También
se ha observado mayor frecuencia en pacientes con familiares con antecedentes de
cataratas. Algunas enfermedades genéticas como el síndrome de Down o el síndrome
del maullido de gato también se asocian a
cataratas.
¿Cómo afecta al paciente tener cataratas?
El
paciente refiere una pérdida de visión progresiva, sin presentar dolor ni
inflamación, apareciendo con frecuencia deslumbramientos en situaciones en las
que exista una iluminación excesiva, por lo que se sentirán más cómodos en
ambientes poco iluminados. En ocasiones el paciente puede ver halos de colores
o incluso llegar a ver doble, esto se debe a la irregularidad del cristalino
por su degeneración y a las características y ubicación exacta de la catarata.
¿Cómo se diagnostican las cataratas?
El
diagnóstico de las cataratas se establece mediante la clínica y una exploración
ocular básica que puede ser mediante oftalmoscopia directa, es decir, a simple
vista tras dilatar la pupila o bien con la ayuda de una lámpara de hendidura,
un instrumento que permite al oftalmólogo situar de manera exacta la opacidad
en el cristalino.
¿Cómo se tratan?
La
única alternativa de tratamiento de las cataratas es la cirugía. Aunque en
algunos tipos de cataratas va a ayudar el tratamiento y control de enfermedades
que puedan favorecerlas y de los factores que puedan agravarlas.
¿Cuándo deben operarse?
La
decisión del momento indicado para la intervención de cataratas depende de
varios factores, aunque los más importantes son los criterios clínicos.
Dependerá principalmente del grado de pérdida de visión que produzca y sobre
todo de la dificultad que suponga y de la incapacidad que conlleve en su vida
diaria, considerando su profesión y su actividad habitual. Por lo tanto,
podemos decir que la fecha más adecuada para la intervención quirúrgica de las
cataratas dependerá de una serie de criterios, principalmente clínicos, que
resultarán de la decisión tomada por el oftalmólogo junto al propio paciente.
¿Qué
objetivos persigue la cirugía de cataratas y que beneficios se espera obtener?
El
objetivo de esta cirugía es restaurar la visión del paciente. Se pretende
lograr una visión útil, siempre que no existan otras patologías oftalmológicas
asociadas que lo impidan.
La
visión puede no recuperarse aunque la operación de catarata sea satisfactoria
si existe lesión en otras partes del globo ocular, alteraciones en la retina,
patología del nervio óptico, glaucoma, retinopatía diabética, ojo vago, etc.
Tras
la intervención, en la mayoría de los casos, si no existen lesiones asociadas
se producirá una mejoría de la visión, aunque suele ser necesaria una
corrección óptica (gafas o lentillas) para conseguir la mejor visión posible y
no se podrá predecir con exactitud cuánta visión se va a recuperar.
¿En qué consiste la intervención?
La
operación de la catarata es una Cirugía Mayor que se realiza en quirófano y que
podrá requerir de hospitalización o cursar como cirugía sin ingreso, pero en
ambos casos precisará de control pre y postoperatorio. Habitualmente se realiza
con anestesia tópica (gotas) o local, y excepcionalmente requiere una anestesia
general.
La intervención consiste
en la extracción del cristalino opacificado, bien por ultrasonidos o mediante
la técnica que se estime conveniente, de acuerdo con las características de la
catarata y la patología asociada (glaucoma, uveitis, etc.) y la sustitución por
un cristalino artificial o lente intraocular.
La
técnica actual es la emulsificación ultrasónica del cristalino (facoemulsificación)
que permite realizar una incisión de unos 3 mm y la inserción de una lente
plegable. Cuando esta técnica no es posible, hay que emplear procedimientos
alternativos como la extracción extracapsular del cristalino, que es un método
igualmente eficaz pero con una
recuperación visual más lenta.
¿Cuánto tardaré en
recuperarme tras la intervención?
La
evolución postoperatoria, habitualmente permite la incorporación a actividades
cotidianas de forma progresiva. Asimismo precisa de medicación después de la
operación, colirios y ocasionalmente otros tratamientos.
¿Qué ocurre si no me
opero?
Si
la cirugía no se realiza la pérdida de visión será progresiva y pueden aparecer
problemas como un aumento de la tensión ocular (glaucoma facogénico o
facolítico). Cuando se demora excesivamente la operación, la catarata es muy
madura, se dificulta la cirugía y aumenta el riesgo de complicaciones.
¿Qué riesgos supone
la intervención?
Toda
intervención quirúrgica comporta algún tipo de riesgo. En este caso hay que
tener presente que aunque estamos ante una técnica de eficacia suficientemente
contrastada en gran número de pacientes, no está exenta de potenciales complicaciones:
-
Durante
la intervención pueden aparecer complicaciones como la rotura capsular con o
sin vitreorragia que hace imposible la colocación de la lente lo cual se
pospone a una segunda intervención.
-
Después
de la operación (en el postoperatorio), las principales complicaciones que
pueden aparecer son: inflamación pasajera de la córnea, responsable de tener
una visión borrosa los primeros días que puede acompañarse de aumento de la
tensión ocular.
Existen
otras complicaciones de la intervención que son menos frecuentes aunque en
algunos casos más graves y, otros riegos que son los inherentes a la técnica
anestésica empleada pero que también son poco frecuentes.
Las
patologías sistémicas asociadas como diabetes, hipertensión, cardiopatías,
inmunodepresión y otras, aumentan el riesgo quirúrgico y la posibilidad de
complicaciones intra y postoperatorias. En mujeres se debe informar al médico
si está embarazada o en periodo de lactancia.
¿Debo seguir algún
control médico posterior tras operarme de cataratas?
El
paciente precisará uno o varios controles postoperatorios y posteriormente si
no asocia ninguna alteración y cuando el oftalmólogo considere adecuado será
dado de alta.
Es
frecuente que con el paso del tiempo la lente intraocular que se coloca dentro
del ojo tienda a opacificarse precisando tratamiento con láser de nuevo para
una correcta recuperación visual.
Os
dejamos un vídeo para comprender mejor en qué consiste la formación de cataratas
y su intervención:
Un
artículo de la Dra Laura Gómez Ferreruela
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