El 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, consiste en una campaña anual internacional para promover el trabajo seguro, saludable y decente. El 28 de abril es asimismo la fecha elegida por el movimiento sindical mundial para rendir homenaje a las víctimas de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.
El trabajo puede considerarse tanto una fuente de salud (ya que al desarrollar una actividad física y mental se revitaliza el organismo al mantenerlo activo y despierto y se desarrollan y activan las relaciones sociales con otras personas a través de la cooperación necesaria para realizar las tareas) como causar diferentes daños a la salud de tipo psíquico, físico o emocional, según sean las condiciones sociales y materiales donde se realice.
Para prevenir los daños a la salud ocasionados por el trabajo está constituida la Organización Internacional del Trabajo (OIT), encargada de la mejora permanente de las condiciones de trabajo mediante convenios que se toman en sus conferencias anuales. Reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de sus estados miembros con el fin de emprender acciones conjuntas destinadas a promover el trabajo decente en el mundo.
En España, por ejemplo, tenemos la Ley 31/1995, de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales
Entre otras cosas habla de la protección del trabajador frente a los riesgos laborales, la planificación de la prevención, la evaluación de los riesgos y el control de la efectividad de dichas medidas.
Para ampliar información acerca de las medidas de prevención de riesgos laborales puede consultarse la siguiente pagina
,donde se habla de una serie de medidas como la higiene industrial para reconocer los agentes del medio que pueden causar enfermedades en el trabajador, y algunos consejos de prevención de riesgos laborales, normas básicas de seguridad y salud.
Cada año este día se destina a un tipo de actividad informativa y promocional, que puede consultarse desde su página oficial: DIA SEGURIDAD LABORAL 2013. OMS
La prevención es más eficaz y menos costosa que el tratamiento y la rehabilitación. A nivel mundial, las enfermedades profesionales, siguen siendo las principales causas de las muertes relacionadas con el trabajo (matan seis veces más personas que un accidente laboral). Este año, se hace un llamado a los gobiernos, los empleadores y los trabajadores y sus organizaciones a colaborar en el desarrollo y en la implementación de políticas y estrategias nacionales destinadas a prevenir las enfermedades profesionales.
Se entiende por enfermedad profesional según la Organización Mundial de la Salud (OMS) a “aquellas producidas a consecuencia del trabajo, que en general obedecen a la habitualidad y constancia de algunos agentes etiológicos presentes en el ambiente laboral y provocan alguna alteración en los trabajadores; tienen como requisito ser consideradas como tales en las Legislaciones respectivas de los distintos países.” Es por tanto aquella enfermedad contraída a causa de la exposición a algún factor de riesgo relacionado con el trabajo por cuenta ajena en las actividades que se especifican en el cuadro de enfermedades profesionales del RD 1299/2006, de 10 de noviembre.
Por Accidente de Trabajo (AT) se entiende que es “toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión del trabajo que ejecute por cuenta ajena” (también al ir o volver del trabajo, desempeño de tareas o enfermedades o defectos padecidos con anterioridad al accidente que se agraven como consecuencia del mismo).
Las enfermedades profesionales permanecen en gran parte invisibles en comparación con los accidentes profesionales, aún cuando causan muchas más víctimas. Existen dos razones para esto: los síntomas de las enfermedades profesionales, a diferencia de los accidentes laborales, pueden aparecer meses o hasta años después de la exposición al peligro; y las enfermedades profesionales son ampliamente subdeclaradas. A nivel mundial, más de la mitad de los países aún no recopilan estadísticas adecuadas.
Las Enfermedades Profesionales más frecuentes son:
Neumoconiosis. Millones de trabajadores siguen corriendo el riesgo debido a la exposición al sílice, al carbón y al asbesto. Las neumoconiosis tienen períodos de latencia largos y en muchos casos ni se diagnostican ni se notifican. Las enfermedades asociadas, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, silico-tuberculosis y cáncer, a menudo provocan discapacidad o muerte prematura.
Trastornos musculoesqueléticos, tales como enfermedades articulares o síndrome del túnel carpiano, provocadas por vibración mecánica por ejemplo en la construcción; lesiones y dolores de espalda, debidas a factores como trabajar con plazos ajustados de tiempo, la escasa formación del trabajador en la correcta manipulación de cargas, malas condiciones ergonómicas, enfermedades provocadas por posturas forzadas y movimientos repetitivos,y ausencia de tiempos de reposo adecuados.
Riesgos psicosociales y estrés laboral, posibilidad de que el trabajador sufra un determinado daño en su salud física o psíquica derivado bien de la inadaptación de los puestos, métodos y procesos de trabajo a las competencias del trabajador, bien como consecuencia de la influencia negativa de la organización y condiciones de trabajo, así como de las relaciones sociales en la empresa y cualquier otro factor ambiental del trabajo, ocasionando alteraciones del sueño, cansancio, cefalea, falta de concentración, falta de memoria e irritabilidad.
Exposición a radiaciones electromagnéticas o ruido. Una exposición constante al ruido puede provocar problemas de audición incluída la sordera, mayor riesgo de accidentes laborales por la falta de atención producida por el ruido, efectos somáticos como el dolor de cabeza.
Por ello son importantes las medidas preventivas en todos los ámbitos, como por ejemplo introducir períodos de descanso bien repartidos, aprender el manejo adecuado de cargas y pesos, aumentar el autocontrol y ajustar las cargas de trabajo, aislar fuentes de ruido, realizar mantenimientos preventivos de maquinaria, reforzar la prevención con equipos de protección individual como cascos y tapones, y el formar e informar al trabajador ante los riesgos para la salud con que se va a encontrar.
La prevención es la clave, es el momento de lanzar una nueva iniciativa a escala mundial y de intensificar las respuestas nacionales e internacionales a la epidemia de las enfermedades profesionales para proteger la salud y la vida de los trabajadores.
Otros enlaces de interés:
Un artículo de la Dra. Raquel Regla
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