ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFAGICO
También traducida como ERGE, el reflujo
gastroesofágico consiste en el paso del contenido gástrico desde el
estómago al esófago debido a la alteración en los mecanismos de barrera a ese
nivel. Esto no siempre se considera patológico, ya que el reflujo gastroesofágico se produce también en sujetos
sanos. La diferencia estriba en que, en circunstancias normales, los episodios
de reflujo tienen un carácter esporádico, el tiempo de contacto del ácido
gástrico con la mucosa esofágica es breve, y la resistencia del esófago a los
agentes agresivos está conservada. Cuando alguno de estos factores se altera,
se produce la enfermedad por reflujo gastroesofágico, de tal forma que se
define como reflujo patológico aquel que es capaz de producir síntomas o
inflamación del esófago.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico se produce cuando se desequilibra el balance entre los factores agresores y los factores defensivos de la mucosa esofágica. Por ello, las causas que favorecen el desarrollo de la enfermedason múltiples.
CAUSAS:
Una de las causas más importantes y conocidas es la
alteración a nivel del esfínter esofágico inferior, que es un anillo
muscular que rodea al esófago en su unión con el estómago, y permanece cerrado
impidiendo que el contenido del estómago vuelva de nuevo al esófago. Cuando el
esfínter se altera y se produce una disminución de su presión en reposo, se
relaja y no ejerce bien su función, de forma que el contenido estomacal
refluye.
Determinados fármacos y sustancias como el alcohol,
el chocolate o el tabaco favorecen la relajación del esfínter y, por lo tanto,
el reflujo.
Otro de los factores que determinan la aparición de
la enfermedad por reflujo es la alteración del “aclaramiento esofágico”,
es decir, la capacidad del esófago para vaciar de forma rápida y completa el
contenido gástricorefluido.
Por último, la alteración de la resistencia de
la mucosa para soportar los factores agresivos puede favorecer también la
aparición de la enfermedad y de lesiones en el esófago.
El reflujo gastroesofágico
es uno de los trastornos digestivos más frecuentes. Los estudios demuestran que
hasta el 15% de la poblaciónpresenta síntomasde reflujo al menos una vez a la
semana, y que alrededor del 7% los sufren a diario.
SINTOMAS:
Muchas veces, si todavía no existe alteración en el
esófago y hay solo reflujo, este es asintomático.
La pirosis es el síntoma más frecuente del reflujo gastroesofágico: consiste en la
sensación de quemazón o dolor a nivel del esternón. Aumenta tras comidas
abundantes y si el paciente se tumba.
También puede aparecer la regurgitación de un
material agrio en la boca, dificultad para tragar o dolor torácico. De hecho,
el reflujo es una causa muy frecuente de dolor torácico no cardiaco, que a
veces puede ser clínicamente indistinto de un dolor torácico debido a un
infarto agudo de miocardio.
Otras veces, las manifestaciones clínicas del reflujo
son distintas y muy variadas: eructos, dolor abdominal, sensación de pesadez
después de las comidas, náuseas, hipo, etc. Sin embargo, en otras ocasiones, el
reflujo puede manifestarse como molestias en la faringe y en la laringe, como
afonía o sensación de un cuerpo extraño en la garganta.
Las alteraciones respiratorias también son muy
frecuentes, pudiendo aparecer tos nocturna, neumonía, bronquitis,
broncoconstricción, asma crónica, etcétera.
En el caso de que existan ulceraciones en la mucosa
del esófago, podrían aparecer también hemorragias.
DIAGNOSTICO:
El diagnóstico de la enfermedad por reflujo
gastroesofágico se realiza fundamentalmente con la historia clínica del
paciente, con la descripción de sus síntomas. Cuando la clínica es la típica de
esta enfermedad, la probabilidad de tenerla es muy elevada, por lo que se
instaura directamente el tratamiento sin necesidad de realizar más estudios.
En los casos en que los síntomas no sean tan
claros, o haya sospecha de alguna complicación por el reflujo, se realizarán
pruebas diagnósticas.
La endoscopia es la técnica más
útil para valorar la intensidad del reflujo gastroesofágico y confirmar sus
consecuencias sobre la mucosa esofágica. Consiste en la introducción de una
cámara que permite ver el interior del tubo digestivo, por lo que también
permite evidenciar las complicaciones del reflujo y clasificar su gravedad.
TRATAMIENTO:
Modificación del estilo de vida
Es recomendable elevar la cabecera de la cama o dormir
con más de una almohada, disminuir el peso si existe obesidad para reducir la
presión intraabdominal, evitar prendas que compriman el abdomen, evitar las
comidas copiosas y no acostarse inmediatamente después de ingerir alimentos.
Es aconsejable realizar cambios en la alimentación,
aumentando las proteínas y disminuyendo el consumo de grasas, alcohol,
chocolate, café... También se deben evitar los alimentos que causen los
síntomas, así como abandonar el consumo de tabaco.
Fármacos
El tratamiento en este caso va dirigido a inhibir la
secreción ácida del estómago para disminuir el factor agresivo responsable de
los síntomas.
En los pacientes con síntomas y alteraciones leves
está indicado el uso de antagonistas de los receptores H2 (cimetidina,
ranitidina, famotidina).
En los pacientes con síntomas más intensos o con
esofagitis demostrada por endoscopia está indicado el uso de inhibidores de la
bomba de protones (IBP), como omeprazol. Si no desaparecen los síntomas, se
aumentarán las dosis de los IBP.
El tratamiento se mantiene durante ocho semanas en los
casos leves y durante 6-12 meses en los casos severos. Posteriormente, se
intenta la retirada progresiva de los fármacos. Si reaparecen de nuevo los
síntomas, se prolongará el tratamiento incluso de forma indefinida.
Cirugía
Actualmente menos del 5% de los casos requieren un
tratamiento quirúrgico. Está indicada cuando los sintomaspersistenten a pesar
del tratamiento médico correcto.
Catherina Monteghirfo Núñez, Médico Residente C.S. San
José Norte.
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