El 18 de noviembre es el “Día europeo para el uso prudente de los
antibióticos”. Probablemente esto no te suene demasiado, pero seguro que alguna
vez algún conocido, o tú mismo, ha tenido una infección (por ejemplo, de orina)
y a pesar de tomar antibiótico adecuado no ha notado mejoría, teniendo que
probar otro, u otros, hasta conseguir que curase la infección. Después de leer
este artículo, entenderás por qué sucede esto y sabrás cómo actuar para evitar
que siga sucediendo.
ANTIBIÓTICO o antimicrobiano: es un medicamento capaz de destruir bacterias o frenar su crecimiento. Por
lo tanto, curan las infecciones bacterianas (neumonía, infecciones de orina…),
siendo ineficaces para tratar aquellas causadas por virus (gripe, resfriado)
Existen
más de 15 grupos distintos de antibióticos y no todos los antibióticos son
eficaces contra todas las bacterias: un antibiótico puede servir contra un solo
tipo de bacteria
o contra varias.
RESISTENCIA a los
antibióticos: se trata de la capacidad que puede adquirir una bacteria para contrarrestar
el efecto de un antibiótico específico. Cuando esto sucede, dicho antibiótico
pierde su capacidad para destruir la bacteria o detener su crecimiento y, por
lo tanto, para frenar la infección provocada por la misma. De este modo, las
bacterias sensibles son destruidas cuando actúa el antibiótico específico,
mientras que las resistentes sobreviven y siguen creciendo, multiplicándose y
prolongando el tiempo de enfermedad.
Las infeccionas causadas por bacteriasresistentes
suponen un reto:
·
Es necesario buscar un antibiótico eficaz y
el paciente puede tardar más tiempo en recibir el tratamiento correcto.
·
Las infecciones tardan más tiempo en curar e
incluso pueden hacerse más graves, surgiendo complicaciones, incluso graves.
·
El uso de antibióticos menos convencionales, que
son más caros y pueden tener mayores efectos secundarios.
·
Las bacterias resistentes pueden propagarse,
causando infecciones a otras personas, aunque éstas nunca hayan tomado
antibióticos.
·
Surgen bacterias resistentes a múltiples
fármacos al mismo tiempo (multirresistentes): se podría llegar a que una
bacteria fuera resistente a todos los antibióticos conocidos: enfermedades
bacterianas que se propagarían sin control, siendo imposibles de tratar.
·
Si siguen desarrollándose resistencias,
podemos dejar sin opciones de tratamiento para infecciones bacterianas a las
generaciones venideras.
La resistencia bacteriana se ha
convertido en un grave problema de salud pública a nivel mundial (aumento de
resistencia y escaso descubrimiento de nuevos antibióticos). España es uno de los países con mayor
porcentaje de resistencia bacteriana en Europa, lo que está directamente
relacionado con el hecho de en nuestro país el consumo de antibióticos es muy
elevado y la automedicación. Además, la mayor parte de este consumo se destina
a tratar infecciones respiratorias, que en su mayor parte son virales.
¿Qué responsabilidad tenemos nosotros en la
resistencia a los antibióticos?
Aunque una
bacteria puede volverse resistente de forma espontánea, es el uso excesivo e inadecuado de los antibióticos lo que acelera la
aparición de bacterias resistentes y su propagación. El problema afecta salud
humana y animal, así como a la ganadería, agricultura, medioambiente y comercio,
pero nosotros, como pacientes, somos grandes responsables:
·
Utilizar antibióticos por motivo equivocado: el resfriado común y
la gripe son causados por virus, los antibióticos NO van a mejorar los
síntomas.
·
Utilizar antibióticos de manera incorrecta:
-
Acortar la duración del tratamiento (por
empezar a encontrarse bien, por ejemplo)
-
Reducir la dosis.
-
No
cumplir la pauta indicada (cuántas veces
y cada cuánto tiempo debe tomar el fármaco).
En
estos casos no se llega a alcanzar en su organismo la cantidad suficiente de
antibiótico, por lo que las bacterias sobrevivirán y se harán resistentes.
Ahora que somos conscientes de la
gravedad del problema, y de nuestra responsabilidad como pacientes seguro que todos
queremos practicar el uso prudente de
los antibióticos para frenar esta situación. ¿Cómo?
- En la mayoría de los casos, el sistema inmunitario debe ser capaz de combatir las infecciones leves: tome antibiótico únicamente cuando lo indique su médico.
- Utilice siempre los antibióticos bajo prescripción facultativa: no tome antibióticos sobrantes de un tratamiento anterior, no compre antibióticos sin receta médica.
- Siga siempre las instrucciones de su médico: tome los antibióticos tal y cómo se lo indique.
- Siempre que sea posible, vacúnese para evitar las infecciones.
- Lave sus manos con regularidad, especialmente cuando esté enfermo (tras toser o estornudar, antes de tocar cosas o personas).
- Pregunte a su farmacéutico cómo deshacerse de los medicamentos que le hayan sobrado tras finalizar el tratamiento.
Enlaces a documentos de interés, incluidos en las campañas por el Uso prudente de antibióticos en España y Europa:
Campaña
uso responsable de antibióticos: http://www.msssi.gob.es/campannas/campanas06/Antibioticos.htm
Automedicación
con antibióticos, mensajes clave para el público en general: http://ecdc.europa.eu/es/eaad/antibiotics-get-informed/key-messages/Pages/self-medication-general-public.aspx
Resumen
de uso prudente: http://ecdc.europa.eu/es/eaad/Documents/Primary%20care%20-%20Patient%20Flyer_ESP.pdf
Un artículo de la Dra Cristina Pueyo
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