¿QUÉ ES EL HERPES ZÓSTER?
El Herpes Zóster
debe su nombre a las palabras ἕρπης ("serpiente") del griego y zoster
("cinturón") del latín.
También se le conoce comúnmente como “la
culebrilla”.
Es una erupción
vesiculosa y dolorosa que se debe al virus Varicela-Zóster, el mismo virus que
ocasiona la varicela.
¿QUÉ PROVOCA EL
HERPES ZÓSTER?
Cuando
estamos expuestos al virus Varicela-Zoster
por primera vez, generalmente durante la infancia, desarrollamos la
varicela, que es una enfermedad que se caracteriza por erupciones de color
rojizo en todo el cuerpo y fiebre. Después de una semana o dos con los
síntomas, nuestro sistema inmunológico puede controlar la infección en la piel,
haciendo que la enfermedad sea curada; aunque no sucede lo mismo con el virus.
Durante la fase inicial de la varicela, el virus invade
las terminaciones nerviosas de la piel y migra hasta algunas cadenas de
ganglios situados junto a la médula espinal y al cerebro y así permanecen
“escondidos” del sistema inmunológico durante períodos que pueden durar
décadas. El paciente, por lo tanto, se cura de la varicela, pero queda
infectado con el virus Varicela- Zoster por
el resto de su vida.
En general, esto no es un problema, porque cada vez que el
virus intenta salir de su escondite en los ganglios nerviosos, nuestro sistema
inmunológico, que ya tiene anticuerpos específicos contra el virus Varicela-Zóster, puede detenerlo. El
paciente mantiene el virus acorralado, no presentando ningún síntoma, no siendo
contagioso.

Por regla general el Herpes Zóster afecta a las personas
mayores (>50 años), pero ocasionalmente se da en niños que han tenido la
varicela durante su primer año de vida y en personas con alguna
inmunodeficiencia como, por ejemplo, las causadas por el VIH, tratamientos
farmacológicos inmonosupresores o quimioterápicos, enfermedades crónicas como
la Diabetes Mellitus, situaciones de estrés o privación de sueño, cáncer.
¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS?
El Herpes Zóster es una enfermedad que afecta a un
segmento nervioso (parte del cuerpo inervada por un mismo nervio).

La erupción alcanza su punto máximo después de tres a cinco días.
Entonces, las ampollas empiezan a secarse, se rompen y se cubren de una costra marrón. Las costras caen después de dos a tres semanas y
pueden dejar cicatriz..
En algunas personas, después de que las costras han desaparecido,
puede persistir el dolor desde pocas semanas hasta varios meses. Este efecto
posterior altamente desagradable del Herpes Zóster se llama neuralgia
postherpética.
El Herpes Zóster raramente es grave. En cerca del 90% de los
pacientes, el ataque suele calmarse en menos de un mes después de la aparición
de los primeros síntomas. La mayoría de las personas sólo sufre uno o dos
ataques en su vida.
¿PUEDEN EXISTIR COMPLICACIONES?
- La erupción puede infectarse por bacterias
- Un brote de Herpes Zóster en la proximidad de los ojos puede ocasionar cicatrices en la córnea, afectando la visión.
- El Herpes Zóster en la cara puede, en algunos casos, dar lugar a una pérdida temporal de la capacidad auditiva, parálisis facial y una disminución del sentido del gusto.
- El Zóster en la cabeza puede producir rigidez de nuca y dolor de cabeza
¿CUAL ES EL TRATAMIENTO?

En algunos pacientes el dolor del herpes zóster puede ser grave y
se indica el uso de analgésicos. Si el dolor es muy intenso, puede hacerse
necesario el uso de opiáceos (derivados de la morfina) Fármacos antidepresivos,
como Amitriptilina, Nortriptilina o anticonvulsivos, como la Gabapentina o
Pregabalina, también pueden ser utilizados para aliviar los síntomas,
especialmente en casos de neuralgia postherpética.
La vacuna, comercializada con el nombre de Zostavax, está indicada
para prevenir el herpes zóster en
personas mayores de 50 años. No sirve para tratar la enfermedad (herpes zóster
y neuralgia postherpética) una vez establecida.
¿QUÉ PUEDO HACER DESDE CASA?
- Intentar no rascarse.
- Usar loción calmante para aliviar la irritación.
- Las aplicaciones húmedas con sulfato de zinc o de cobre se utilizan para secar las lesiones y evitar la sobreinfección.
- Usar analgésicos sencillos, como aspirina o paracetamol, para aliviar el dolor.
Un artículo de la Dra Alba Sánchez Corral
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