Ir al contenido principal

HIGIENE BUCODENTAL

IMPORTANCIA DE LA HIGIENE
La higiene es una de las principales formas de preservar nuestra salud. Dentro de la higiene diaria no debemos olvidar el cuidado de nuestra boca ya que la falta de ésta podría acarrear múltiples enfermedades.

Una sonrisa saludable es más que algo cosmético: en una persona, la salud de los dientes y encías puede indicar el estado de toda su salud en general. Tener una mala higiene dental se ha aunado a un alto riesgo de algunas enfermedades en adultos.

HIGIENE BUCODENTAL: DESDE LA INFANCIA HASTA LA ADOLESCENCIA

Cuanto más temprano se empiece con la higiene oral, menos son las posibilidades de que los niños comiencen con enfermedades dentales como las caries.
Hasta que el niño no adquiere la habilidad motora suficiente (entorno a los 7-10 años), la higiene oral es responsabilidad de los padres, por los que éstos deben de conocer cómo y cuándo se debe hacer la higiene.

DESDE EL NACIMIENTO HASTA LOS 18 MESES:

La higiene bucal se debe iniciar y realizar desde el nacimiento, con el fin de acostumbrar al bebé a la manipulación de su boca, instaurar un hábito de higiene oral precoz y evitar la formación de caries.

Se hará un masaje de las encías, que además estimulará sus funciones orofaciales y se usarán gasas humedecidas en agua o dedales de silicona para la limpieza de la boca (incluyendo encías y lengua), durante aproximadamente de 15 a 30 seg, sobre todo tras la toma del biberón o de los alimentos, para limpiar los residuos que queden.

La erupción dental temporal se inicia con los incisivos inferiores alrededor de los seis meses, aunque puede retrasarse de forma normal algún mes e incluso pueden darse casos de recién nacidos con dientes presentes en boca.
Los dientes de leche tienen una función masticatoria, en la que los niños aprenden a masticar. Además tienen la función estética, que es nuestra cara al mundo, y la fonación, el habla.
Cuando comienzan a hacer erupción los dientes, el niño puede sentir alguna molestia. También, el niño está en plena fase oral, explorando el mundo llevándose todo lo que encuentra a la boca, haciéndolo de forma instintiva, como para frotarse la encía, rascando o estimulando la zona o como para tener sensaciones nuevas. Para aliviar las molestias dentales de las primeras erupciones, se pueden realizar heladitos de leche materna o darles alimentos sanos (tallo de la lechuga o del apio, por ejemplo) que estén fríos, para aliviar y desinflamar la zona afecta.
Otro hábito importante es revisar con regularidad cada mes los dientes de su hijo. Esto se llama “levantar los labios”. Al “levantar los labios”, los padres deben buscar signos de caries no detectadas o cualquier otro problema potencial como:
  • Cambios en el color de los dientes (líneas blancas o manchas marrones)
  •  Dientes rotos o astillados
  • Encías inflamadas o con sangrado
  • Agujeros en la superficie de los dientes


Es recomendable visitar al odontopediatra para comprobar el desarrollo correcto de la dentición, cuando cumpla un año de edad.


DE LOS 18 MESES A LOS 5 AÑOS

El uso de chupones o la succión del pulgar pueden afectar la ubicación de los dientes permanentes de su hijo. Debe tener un plan para ayudar a su hijo a abandonar el hábito de chuparse el dedo pulgar.

Es importante crear buenos hábitos de alimentación en su hijo desde pequeño. Para las comidas y entremeses, elija alimentos de los cinco grupos principales de alimentos: frutas, verduras, carne, cereales y lácteos. En su plan diario de comidas incluya entremeses sin azúcar. Limite el consumo de alimentos azucarados a una o dos veces por día.
Lo que importa no es cuánta azúcar consume su hijo sino la frecuencia con la que lo hace. Si decide servir alimentos y bebidas con contenido de azúcar, hágalo con regularidad en los horarios programados para las comidas y no como entremeses entre las comidas. Aliente a su hijo a beber mucha agua en una taza entre las comidas. El agua no contiene azúcar y calmará su sed.

Realizar el cepillado dental mínimo tres veces al día, si es posible con flúor, ya que fortalece el esmalte dental. Utilizar cepillos con cerdas finas y suaves, dejando al niño que lo realice él mismo bajo la supervisión del adulto, el cual cepillará las áreas que el menor haya olvidado (dientes superiores, frontales y traseros).

Hay que incentivar la actitud correcta de los padres como modelo a imitar y esto significa que hay que promover que los padres o educadores se cepillen los dientes un mínimo de dos veces al día.


DE LOS 5 AÑOS A LOS 18 AÑOS

A partir de los 6 años se inicia la aparición de la dentición definitiva. Coinciden cronológicamente de forma habitual la erupción del primer molar definitivo (conocido como el molar de los 6 años) y la de los incisivos inferiores definitivos. A diferencia de la erupción de los incisivos, el primer molar aparece por detrás de los molares temporales y no provoca la exfoliación (pérdida de la pieza temporal) de ningún molar. Ello provoca que muchos padres y cuidadores no se percaten de la existencia de este molar y descuiden su cuidado (cepillado) aumentando el riesgo de desmineralización en este molar que es el diente que más frecuentemente se ve afectado por una lesión de caries.
A estas edades, los niños ya han adquirido las habilidades motoras para poderse cepillar ellos solos. Hay que animarles que se limpien los dientes después de cada comida principal y entremeses, haciendo especial hincapié a la limpieza tras comer productos azucarados.


RECOMENDACIONES EN POBLACIONES ESPECIALES
 
 
RECOMENDACIONES EN ADOLESCENTES
En la adolescencia es frecuente la molestia provocada por la erupción de las muelas del juicio (tercer molar) como causa de atención urgente. Habitualmente, el mejor tratamiento ante las molestias es un antiinflamatorio junto a un enjuague con clorhexidina (2-3 veces/día) para desinflamar la encía alrededor de la zona de erupción y disminuir las molestias hasta recibir control por parte de un odontólogo. La administración de un antibiótico no siempre está indicada y nunca debe incorporarse como terapia habitual.
RECOMENDACIONES PARA MUJERES EMBARAZADAS
El embarazo es una época de mayor riesgo tanto para la caries como para las enfermedades periodontales.
Debe recomendarse a la embarazada visitar a su dentista al inicio del embarazo (de hecho, sería preferible hacerlo antes de iniciar la gestación). Es fácil que una gingivitis o periodontitis con poca sintomatología aumente su visibilidad debido a los cambios en la vascularización y al aumento de hormonas, como los estrógenos, durante algunas fases de la gestación.
En caso de vómitos repetidos, se recomienda no cepillar los dientes inmediatamente después ya que el ácido habrá desmineralizado la capa externa del esmalte y el cepillado eliminará esa capa y no permitirá su remineralización-recuperación. Se recomienda enjuagar con bicarbonato (neutralizador), o en su ausencia con agua, y cepillarse tras unos 15-20 minutos una vez la saliva ha conseguido remineralizar el tejido dental.
RECOMENDACIONES EN LA TERCERA EDAD
En la tercera edad existen determinados factores predisponentes que deben ser tenidos en cuenta. En primer lugar, el aumento de medicación crónica con efectos sobre la salivación, disminuyendo las defensas del huésped. En segundo lugar, la disminución de la habilidad manual y una peor capacidad para tener una correcta higiene oral. En tercer lugar, la mayor exposición de las raíces dentales por efecto incremental de la enfermedad periodontal a lo largo de los años.
Es importante recomendar un aumento en la frecuencia de cepillado y la utilización de un enjuague fluorado. En casos de pérdida de habilidad, compensarla con la utilización de cepillos eléctricos de fácil manejo.
Hay que promocionar la utilización de caramelos sin azúcar para mejorar la sensación de la boca seca, ya que añadir azúcar a la dieta de una persona con disminución de la capacidad de salivación provocará un alto riesgo de caries. Existen productos denominados “salivas artificiales” que mejoran la hidratación bucal durante un tiempo más prolongado con principios activos que intentan mejorar la capacidad defensiva de la saliva así como su efecto neutralizador (buffer) de los ácidos bacterianos.
RECOMENDACIONES EN DIABÉTICOS
Las personas diabéticas desde la infancia (diabetes tipo I), suelen tener un riesgo de caries bajo al tener un consumo de azucares moderado para controlar su glucemia, pero tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades periodontales, como infecciones bacterianas que son, dada su menor capacidad defensiva frente a la agresión bacteriana y a los defectos en la vascularización. Es recomendable que los pacientes diabéticos (especialmente los de tipo I) tengan un muy buen control del estado de su boca ya que la periodontitis, al ser un foco infeccioso, dificulta el control glucémico tal y como ha quedado demostrado en estudios previos.

CEPILLADO DENTAL

Los objetivos del cepillado dental son:

1) Retirar la placa e interrumpir la reformación de ésta
2) Limpiar los dientes de alimentos, detritos y tinciones
3) Estimular los tejidos gingivales
4) Aplicar el dentífrico 
 
Se pueden emplear varias técnicas para cepillar los dientes. Y su eficacia depende sobre todo de la habilidad del paciente. Aunque hay diferentes técnicas, tienen en común lo siguiente: 
 
1) Cepillado de las superficies oclusales: Cualquier técnica requiere que se limpien las superficies de masticación, lo mismo que las superficies labial y lingual. Esto se puede lograr colocando las puntas de las cerdas sobre las superficies oclusales y frotándolas con movimientos horizontales forzados. La acción impulsa a las puntas de las cerdas por las áreas de surcos y fisuras.
2) Sobreposición de movimientos de las cerdas: Es conveniente cepillar una región que tenga cada vez la longitud aproximada de la cabeza del cepillo hacia el área siguiente a dos tercios de la longitud de la cabeza del cepillo. Esto produce sobreposición del efecto de limpieza. La sobreposición ayuda a impedir que se salten áreas.
3) Número de movimientos del cepillo: La mayoría de las técnicas requieren seis a ocho movimientos en cada área antes de pasar a la siguiente
4) Enjuague: siempre se deben efectuar enjuagues con agua tibia después de cepillarse los dientes.
5) Hora del día para efectuar la higiene bucal: Se sugiere una limpieza matutina a fondo antes de iniciar las actividades diarias, después de la comida en la tarde y antes de dormir.


USO DE HILO O SEDA DENTAL

Sumado al cepillado dental, es necesario complementar la higiene bucal con el uso de seda o hilo dental para limpiar los espacios interproximales (entre los dientes), evitando la formación de caries en los mismos.
Su uso es diario, de preferencia en la noche, antes del cepillado, pues toma más tiempo. El uso del hilo dental puede comenzar durante el período de recambio dentario, después de los 6 años, aunque es necesario que el hábito esté instalado a los 12-13 años, cuando la dentición definitiva está completa hasta el segundo molar, pues es el único procedimiento que asegura una limpieza de las caras vecinas ocultas de los dientes y muelas. Si la encía sangra, se debe a que está inflamada, por lo que el cepillado y el uso del hilo dental, ayudarán a su mejoría al remover el biofilm que está generando la inflamación.


Resultado de imagen de cepillado correcto


 



























FACTORES QUE DETERMINAN LA EFICACIA DE UNA TÉCNICA DE HIGIENE BUCAL
I.- Supervisión, motivación y refuerzo: A pesar de que la eficacia del cepillado dental está determinada por varios factores (donde la frecuencia y la técnica se consideran particularmente importantes) el factor más importante para que los pacientes desarrollen una buena técnica de cepillado dental es con supervisión y siendo reforzado con programas de instrucción de higiene.
II.- Duración de la técnica de cepillado: El consenso general entre los profesionales de la salud oral es que las personas deben cepillarse los dientes por lo menos durante 2 minutos con un técnica eficaz.
III.- Cepillado del dorso lingual: Todas las técnicas de cepillado deberían finalizar con el cepillado del dorso lingual, dado que la anatomía de la superficie de la lengua provee un ambiente ideal para el acúmulo de células descamadas y detritos de comida, favoreciendo el crecimiento bacteriano. Las superficies irregulares del dorso de la lengua protegen a las bacterias de la acción de arrastre y poseen menos niveles de oxígeno, lo que facilita su crecimiento. La presencia de cantidades significativas de bacterias en el dorso lingual se asocia fuertemente con la halitosis.
RESUMEN
 
La higiene es una de las principales formas de preservar nuestra salud. Dentro de la higiene diaria no debemos olvidar el cuidado de nuestra boca durante todas las etapas de la vida, ya que la falta de ésta podría acarrear múltiples enfermedades.

Alrededor de los seis meses, cuando aparecen los primeros dientes, es conveniente empezar a cuidarlos. Después de la toma del biberón o toma de alimentos, es conveniente el uso de una gasa húmeda para limpiar la boca del bebé, presentando especial atención también a las encías. Es recomendable visitar al odontopediatra para comprobar el desarrollo correcto de la dentición.

Es responsabilidad de los padres, junto con la orientación profesional del odontopediatra, crear unos buenos hábitos de higiene oral en los niños. Es importante seleccionar un cepillo dental adecuado con filamentos suaves para realizar una limpieza eficaz de los dientes y las encías. Así mismo, la selección de la pasta o gel dentífrico debe ir acompañado del consejo profesional. En la mayoría de los casos se recomienda el flúor (fortalecedor del esmalte dental), que debe ser administrado de manera responsable según la edad del niño. El uso de enjuagues bucales puede ser utilizado cuando el niño adquiere habilidades para escupir y no tragarse el líquido.

En la adolescencia y en la etapa adulta deben mantenerse de por vida los hábitos de higiene bucal adquiridos, junto con las revisiones periódicas del dentista. 

La cavidad oral presenta un ecosistema altamente diverso, con hasta 600 especies microbianas diferentes que colonizan los diferentes hábitats. El biofilm oral (placa bacteriana) es una compleja y organizada comunidad de microorganismos que pueden cooperar entre sí y que conducen a la creación de condiciones propicias para la supervivencia de las especies bacterianas más exigentes. Estas bacterias patógenas que se encuentran en el biofilm oral son responsables de la etiología de las dos principales enfermedades orales: caries y periodontitis. Además, el descuido de la higiene bucal puede llegar a causar, a la larga, la pérdida de los dientes.

La técnica de higiene bucal aumenta su eficacia en la remoción de biofilm cuando:
  • Es supervisada y reforzada con una adecuada motivación generando en el paciente hábitos de higiene oral duraderos.
  • Es ejecutada sistemáticamente por un tiempo mínimo de 2 minutos después de cada comida y en la noche antes de dormir.
  • Se utiliza un cepillo suave, de cabeza pequeña, multipenachos paralelos, a la misma altura y distribuidos uniformemente con monofilamentos de nylon y punta redondeada, con un tiempo de uso no mayor a los tres meses o hasta que la torsión, extensión, flexión de los filamentos y desgaste del mismo, disminuya su capacidad funcional.
  • Finaliza con el cepillado del dorso lingual

Dra Lorena Rodriguez

Comentarios