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ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL (ETS)





   ¿CUÁNDO DEBO SOLICITAR UNA  ANALÍTICA?

Las enfermedades de transmisión sexual, a pesar de toda la información de la que dispone el público general hoy en día, siguen siendo un problema de salud pública importante.
Debido a la falta de prevención, por ejemplo, las tasas de incidencia (cuanta gente contrae la enfermedad en un año) de sífilis y gonorrea, se han multiplicado por cinco en el último año.
La mejor forma de prevenir un contagio es utilizando métodos anticonceptivos de barrera, de los cuales, el más recomendable es el preservativo. Pero ¿Qué hacer cuando se han practicado sexo sin protección? Lo primero es acudir al servicio de urgencias más cercano y notificarlo para que nos puedan administrar la terapia para reducir la probabilidad de contagio del VIH (que no eliminarla) y ahí será cuando nos hagan la primera determinación de anticuerpos en sangre (serología), de VIH, sífilis, así como de hepatitis B y C.
Esa primera serología, no obstante, no sirve para diagnosticar ninguna de las 4 enfermedades puesto que no ha dado tiempo para que produzcamos anticuerpos contra dichos patógenos. Sino que sirve para conocer nuestra serología basal (mucha gente tiene hepatitis B, C VIH o incluso sífilis y no lo sabe porque tardan en dar síntomas o son muy inespecíficos).
Por lo tanto, es necesario una nueva serología dejando pasar al menos 3 meses desde la primera determinación, eso ya permitirá ver si nuestro organismo ha desarrollado anticuerpos contra esas enfermedades y posteriormente se procederá a utilizar otras pruebas de laboratorio para confirmar los diagnósticos.
Esto sirve como norma general tanto para hombres, como para mujeres. No obstante, sería necesario acudir a su médico de atención primaria para valorar serología/tratamiento ante la aparición de signos de ETS; a saber: 
  • Expulsión de pus matutino por la uretra.
  • Aparición de ganglios en las ingles, sean o no dolorosos.
  • Aparición de úlceras o heridas en la piel de la zona genial o en el pene.
  • Aparición de manchas rojizas, vesículas etc en la zona genital, oral o anal.
  • Aparición de “verrugas” en zona genital o anal.



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