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ESTAR TRISTE NO ES ESTAR DEPRIMIDO




La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes. Se estima que afecta a 1 de cada 6 españoles en algún momento a lo largo de su vida.  Si piensas que tú o alguien que tú conoces tiene depresión, tómalo en serio y busca ayuda.

Los síntomas de depresión y tristeza en muchas ocasiones son difíciles de diferenciar debido a sus similitudes. Existen estudios científicos y determinados comportamientos que ayudan a detectar las características de cada uno de estos estados emocionales. Conócelas a continuación.


¿A qué llamamos tristeza?


La tristeza es un estado de ánimo normal, que forma parte del espectro emocional de las personas. Estar triste es una reacción a circunstancias particulares, como la pérdida de un ser querido, el clima e incluso por cambios hormonales en la caso de las mujeres.


  • A pesar de que la mayoría de los seres humanos procuran evitar la tristeza constantemente, éste es un estado emocional de lo más normal y natural que puede sentirse en muchos momentos a lo largo de la vida.
  • La tristeza la podemos relacionar con el llanto, aunque a veces también se llora de alegría, de rabia o incluso de miedo. Lo que origina la tristeza depende de cada persona y cada momento concreto pero un ejemplo muy válido sería la decepción, cuando se han creado unas determinadas expectativas y éstas no se ven cumplidas, cuando perdemos a personas que han tenido un lugar importante en nuestra vida, incluso cuando alguien de nuestro alrededor está pasando un mal momento.
  • La tristeza se convierte en depresión cuando la persona se vuelve incapaz afrontar su día a día, cuando las emociones lo limitan, y los sentimientos depresivos duran más tiempo de lo normal.

¿Qué es la depresión?

La depresión es mucho más que estar bajo de ánimo, es una enfermedad psicológica que se caracteriza por que la persona se halla en un estado de profunda tristeza o angustia.  Este estado se convierte en crónico si se mantiene por al menos seis meses. Las personas con depresión, son incapaces de enfrentarse ante situaciones comunes que pueden ser superadas fácilmente por cualquier persona en condiciones normales.
Tenemos que entender que la tristeza puede ser un síntoma de la depresión pero tener sólo un síntoma no implica tener una enfermedad, es necesario que se den cinco o más de los síntomas que os presentamos para que una persona pueda ser diagnosticada de depresión.


 ¿Qué causa la depresión?

No existe una causa única conocida de la depresión. Más bien, esta parece ser el resultado de una combinación de factores.
Investigaciones indican que las enfermedades depresivas son trastornos del cerebro. Las áreas del cerebro responsables de la regulación del ánimo, pensamiento, apetito, y comportamiento parecen no funcionar con normalidad. Además, hay importantes neurotransmisores, sustancias químicas que las células del cerebro utilizan para comunicarse, que parecen no estar en equilibrio.
Algunos tipos de depresión tienden a transmitirse de generación en generación, lo que sugiere una relación genética. Sin embargo, la depresión también puede presentarse en personas sin antecedentes familiares de depresión; consecuencia de la influencia de múltiples genes que actúan junto con factores ambientales u otros.
Además, los traumas, la pérdida de un ser querido, una relación dificultosa, o cualquier situación estresante puede provocar un episodio de depresión.



¿Que puedo hacer si pienso que tengo depresión?

El primer paso para obtener el tratamiento adecuado es visitar a un médico. Ciertos medicamentos y condiciones médicas, tales como virus o trastornos de tiroides, pueden provocar los mismos síntomas que la depresión. Tu médico puede descartar estas posibilidades por medio de un examen físico, una entrevista, y pruebas de laboratorio.
Una vez diagnosticada, una persona con depresión puede ser tratada con varios métodos. Los tratamientos más comunes son la medicación y la psicoterapia.
Si piensas que puedes estar deprimido, solicita ayuda lo antes posible. No tienes por qué enfrentarte con la depresión tú solo. Puedes hacer alguna de estas cosas:

* Hablar con alguien de confianza sobre tus sentimientos.

* Hablar con tu médico u otro profesional sanitario. De esta manera podrás recibir un diagnóstico adecuado, conocer las opciones de tratamiento y participar en la toma de decisiones respecto al mismo.

* Si tienes pensamientos relacionados con hacerte daño es buena idea hablar con alguien cercano o puedes llamar al teléfono de emergencias (061, 112), buscar ayuda médica en el punto más cercano o solicitar apoyo telefónico específico para pacientes con ideas suicidas. Teléfono de la Esperanza (tienen teléfono de crisis 24 horas en las principales poblaciones españolas). www.telefonodelaesperanza. org.


¿Cómo se trata la depresión?

Hay varios tratamientos que te pueden ayudar y que han probado su eficacia en la depresión.

La depresión leve puede mejorar por sí sola sin tratamiento o con asesoramiento sobre cómo afrontar los problemas. También resultan eficaces la autoayuda y las terapias psicológicas. Estas últimas incluyen consejo/orientación y otras terapias específicas para la depresión. Los fármacos antidepresivos también ayudan en algunos casos.

Para la depresión moderada, las terapias psicológicas y los fármacos antidepresivos funcionan igual de bien.
Para la depresión grave, lo más recomendable son los fármacos combinados con terapia psicológica. En unos pocos casos, está indicada la terapia electro convulsiva (TEC) o electrochoque que pese a su mala fama resulta un tratamiento seguro, rápido y eficaz, que se administra en el hospital bajo anestesia general.

Ten en cuenta que existen profesionales de la salud expertos en la evaluación y tratamiento de la depresión que pueden ayudarte. El tratamiento más adecuado depende de cada caso concreto. Lo principal es utilizar un tratamiento que funcione, dándole el tiempo necesario para que eso ocurra. Permanece en contacto con tu médico de atención primaria, especialmente si el tratamiento utilizado parece que no te ayuda a mejorar. No siempre el primer tratamiento propuesto produce los resultados esperados.



ARTICULO REALIZADO POR: DRA. MONICA P. SAN NICOLAS BERMÚDEZ.








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