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LUNARES. ¿CUÁNDO DEBO CONSULTAR?



¿Qué es un lunar (nevus melanocítico)?


Un lunar es una lesión benigna formada por las células que sintetizan el pigmento de la piel o melanocitos. Se manifiesta habitualmente como una mancha en la piel de color marrón o negro de pequeño tamaño (de medio a un centímetro).
Deben diferenciarse los lunares que están presentes en el momento del  nacimiento, denominados lunares congénitos o nevus melanocíticos congénitos y los más comunes, que son los que aparecen durante la infancia, adolescencia o edad adulta (lunares adquiridos o nevus melanocíticos adquiridos).
El número y tipo de lunares viene determinado genéticamente. La exposición solar es otro factor que puede influenciar en el número de lunares que aparecen a lo largo de la vida de cada individuo

¿En qué lunares debo fijarme más y controlarlos?
La autoexploración ha demostrado ser una herramienta eficaz en el diagnóstico precoz del melanoma maligno. Debemos fijarnos en aquellos lunares que mantienen mucha actividad o cantidad de pigmento (oscuros), aquellos con un aspecto irregular, de los que no estamos seguros de cuando han aparecido, o de los que han experimentado algún cambio reciente.
Existen tres tipos principales de cáncer de piel: el Carcinoma Basocelular, el Carcinoma de Células Escamosas y el Melanoma. Debido a que cada uno tiene diferentes aspectos, es importante conocer las primeras señales de advertencia. Busque, sobre todo, un cambio de cualquier tipo. No ignore una mancha sospechosa simplemente porque no duele. El cáncer de piel puede ser indoloro, pero es peligroso. Si observa uno o más de las señales de alarma, consulte a un médico inmediatamente, de preferencia un especialista en enfermedades de la piel.
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  •  Un crecimiento en la piel que aumenta de tamaño y tiene aspecto nacarado, traslúcido, bronceado, marrón, negro o multicolor
  •  Un lunar de nacimiento, o cualquier mancha adquirida marrón que:
  •  Cambie de color
  • Aumente de tamaño o grosor
  • Cambie en su textura
  • Sea de forma irregular
  • Sea mayor de 6 mm, el tamaño de una goma de lápiz
  • Aparezca después de los 20 años de edad
  • Una llaga que provoca picor, dolor, costra, erosión o hemorragia
  • Una llaga que no sana en tres semanas


Cómo controlar los nevus o lunares
• Controle sus lunares y manchas personalmente en forma periódica, con ayuda de espejos o de otra persona.
• No olvide las palmas de las manos, las plantas de los pies, la región genital, el cuero cabelludo, la boca, el interior del ombligo y las axilas.
• Consulte a su médico ante cualquier cambio que note en un lunar o mancha, o ante heridas que no cicatrizan.
• Realice el control al menos una vez al año; y cada seis meses si tiene gran cantidad de lunares, lunares atípicos, familiares que padecieron cáncer de piel o incluso antecedentes personales que predisponen a ciertas enfermedades.
• En pacientes con gran número de lunares o con nevus atípicos, resulta útil una dermatoscopía o microscopía de superficie, un estudio de imágenes no invasivo que permite el control más exacto de los nevus y sus cambios, para así detectar.

Tengo un lunar que ha cambiado. ¿Qué signos tienen importancia?
Los signos que tienen que llamar la atención en un lunar vienen definidos por las iniciales ABCDE. Es un acrónimo que resume los principales signos de alerta. Como norma general, la gran mayoría de lesiones susceptibles de ser extirpadas cumplen más de uno de estos criterios:
-A: Asimetría (forma irregular)
-B: Bordes irregulares
-C: Color: cambios de color o la presencia de 2 o más colores
-D: Diámetro o tamaño superior a 6 milímetros
-E: Evolución. Cualquier cambio reciente

Hábitos de seguridad para prevenir el cáncer de piel
Mientras que el cáncer de piel casi siempre es curable si se detecta y trata precozmente, la línea de defensa más segura es la prevención. Algunos hábitos de seguridad son:

• Permanecer a la sombra, especialmente entre las 10 y las 16 horas.
• Cubrirse con ropa, inclusive un sombrero de ala ancha y anteojos de sol con pantalla para rayos UV.
• Usar una pantalla solar de amplio espectro con un FPS 30 o mayor todos los días.
• Aplicar dos cucharadas de pantalla solar en todo el cuerpo 30 minutos antes de salir al exterior.
• Volver a aplicar la pantalla cada dos horas o después de nadar o sudar mucho.
• Mantener a los recién nacidos lejos de la luz solar y aplicar pantalla solar sólo a los bebés mayores de seis meses.
• Evitar los salones de bronceado.
• Autoexaminarse la piel, de la cabeza a los pies, mensualmente.
• Someterse anualmente a un examen dermatológico.


Dra Alba Sánchez Corral




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