La obesidad es un problema
de salud, que se ha visto incrementado en los últimos años. En la mayoría de
los casos, el origen es multifactorial, interviniendo factores genéticos, metabólicos, endocrinológicos y
ambientales. Sin embargo, la obesidad exógena o por sobrealimentación
constituye la principal causa.
Entre los factores
ambientales destacan el aumento de la ingesta de alimento, los hábitos de vida,
el sedentarismo, la presión social y comercial para ingerir alimentos
excesivamente calóricos (como la comida rápida) entre otros, parecen ser los
factores más importantes en la etiología de la obesidad hoy en día.

¿Cómo hacerlo? No existe
ninguna fórmula mágica, ni dietas milagro, pero con ayuda de nuestro médico de
familia será más fácil conseguirlo. Ya que
nos puede aconsejar dietas, adecuada a nuestras circunstancias. Es importante recordar, que la pérdida de peso
debe ser progresiva y controlada por un médico.
La primera medida a tomar
es cambiar el
estilo de vida .Un estilo de vida activo y ejercicio, junto con una
alimentación saludable, es la mejor manera de bajar de peso. Incluso una
pérdida de peso moderada puede mejorar nuestra salud, y puede notarlo por
ejemplo, en si tenía dificultades para caminar, las piernas tendrán que
soportar menos peso, y podrá caminar con
más facilidad
Al iniciar una dieta,
el principal objetivo es adoptar formas saludables de alimentación que
deberemos mantener, ya que sino el peso se vuelve a recuperar.

Como normas generales para
el control de la obesidad, podemos citar algunos alimentos que se aconseja evitar:
azúcar y alimentos que lo contengan, bebidas refrescantes, frutos secos,
conservas en aceite, grasas animales, queso graso, leche entera y nata, bollería
industrial, aperitivos, bebidas alcohólicas, carnes grasas.
Algunos consejos para perder
peso:
- Distribuir las comidas a lo largo del día, no dejando más de tres horas entre cada ingesta, porque el proceso de digestión consume mucha energía del cuerpo. Una fruta o un yogur desnatado, pueden ser buenas opciones como alimento para el almuerzo.
- Disminuir la cantidad de alimento a ingerir, por ejemplo comer en plato de postre en vez de usar el plato lleno. Come despacio y disfrutando de los sabores.
- Incluir
la mayor cantidad de frutas y verduras posibles en la dieta, ya que contribuyen
a dar sensación de saciedad.
- Realice
5 comidas al día
- Vaya a
comprar después de haber comido
- Disminuya
el consumo d e carnes rojas y aumente el de pescado, pavo, y conejo.
- No
alterne periodos de ayuno, con atracones de comida.
- Evitar
el consumo de grasas o productos que la contengan porque tienen un elevado
nivel energético(patatas fritas, salsas, rebozados, comidas prefabricadas,…)
- El desayuno debe ser la comida más abundante del día, y a medida que pasa el día la ingesta debe ser cada vez menor en cantidad de alimento.
- El desayuno debe ser la comida más abundante del día, y a medida que pasa el día la ingesta debe ser cada vez menor en cantidad de alimento.
- Disminuir
el consumo de alcohol, ya que aporta calorías vacías que no serán consumidas
por el organismo, sino que se acumularán, y contribuirán al aumento de peso.
- El proceso para perder peso tiene que ir por escalones, obteniendo
resultados de forma gradual. Los resultados para ser perdurables requieren
tiempo y esfuerzo.
- Evitar
el sedentarismo. Realizar ejercicio físico diario que contribuirá a perder
peso, y a subir la autoestima, mejorando la calidad de vida.
- A la hora
de cocinar, prepare la cantidad de comida que se vaya a comer, evitando que sobre,
para no repetir plato.
- Evite
las bebidas carbonatadas, y en caso de no poder evitarlo, toma bebidas Light.
- Mantenga
una buena hidratación.
Ejercicio físico
El ejercicio físico es
fundamental para conseguir bajar peso. Se debe hacer todo lo posible para dejen
el estado de extrema inactividad, incluyendo en el régimen algún tipo de
ejercicio físico moderado.
Modificación del comportamiento
Con
ello se pretende, modificar ciertos aspectos del comportamiento alimentario del
paciente, que le llevan al consumo excesivo de alimentos. Se pueden usar
terapias de grupo, o bien técnicas de autocontrol (realizar un diario de
comidas, comer pausadamente sin leer o ver la televisión, así como técnicas
encaminadas al aumento de su autoestima, convenciéndole de las posibilidades de
alcanzar el éxito), así como el apoyo por parte de su familia.
Tratamiento farmacológico
Puede
usarse como complementario al tratamiento dietético, y en determinadas
circunstancias. Generalmente se usará bajo supervisión de un especialista en
nutrición y nunca podrá ser el único pilar del tratamiento de la enfermedad.
Tratamiento quirúrgico
La falta de resultados por
métodos conservadores (dieta, ejercicio físico,…) y el aumento de la incidencia
de obesos en los países desarrollados, llevaron a considerar la cirugía como
otro posible pilar en el tratamiento de la obesidad.
Debe tenerse claro que ha
de ser el último paso en el tratamiento, y que los pacientes candidatos a dicha
cirugía han de ser seleccionados cuidadosamente. Actualmente se acepta que
aquellos sujetos con un IMC en torno o superior a 40, o superiores a 35 con
patología añadida en los que ha fracasado el tratamiento conservador, con unas
condiciones psicológicas y familiares adecuadas, son subsidiarios de
tratamiento quirúrgico.
En resumen, la pérdida de
peso es posible, pero requiere esfuerzo,
dieta, motivación y control por un médico.
No existen dietas milagro, pero sí pequeños trucos que hacen que las dietas
sean más llevaderas (en vez de mantequilla en las tostadas, ponga aceite de
oliva; en vez de patatas fritas coma ciruelas o cerezas; en vez de bebidas
carbonatadas tome zumo natural,…). Y recuerde la pérdida de peso es por su
bien, ganará en calidad de vida, en salud y autoestima.
Bibliografía y enlaces:
Dra. Eva Mª Senra de la
Fuente
Muchas gracias Dra. Senra, un tema muy apropiado para los propósitos de septiembre.
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