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24 DE MARZO: DÍA MUNDIAL DE LA TUBERCULOSIS


El 24 de marzo de 1882, el Dr. Robert Koch anunció el descubrimiento de Mycobacterium tuberculosis, la bacteria que causa la tuberculosis (TBC). En esa época, la tuberculosis causaba la muerte a una de cada siete personas que vivían en los Estados Unidos y Europa. El descubrimiento del Dr. Koch fue el paso más importante que se haya dado para el control y la eliminación de esta mortal enfermedad.

En 1982, un siglo después del anuncio del Dr. Koch, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Pulmonares (IUATLD, por sus siglas en inglés) patrocinaron el primer Día Mundial de la Tuberculosis. El objetivo de ese evento fue educar al público sobre las devastadoras consecuencias económicas y para la salud que causa la tuberculosis, su efecto en los países en desarrollo y su impacto continuo y trágico en la salud global.
En la actualidad, el Día Mundial de la Tuberculosis se conmemora en todo el mundo con actividades tan diversas como los lugares donde se realizan. Entre las enfermedades infecciosas, la tuberculosis es ahora la principal causa de muerte por causas infecciosas de adultos en el mundo, con 1.5 millones de muertes relacionadas con la tuberculosis en el 2014.


La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que incide en el normal funcionamiento de los pulmones. Se transmite por el aire, a través de unas pequeñas partículas flotantes. En general, la enfermedad suele ser asintomática en personas sanas, ya que su sistema inmunitario puede resistir el ataque, formando una barrera alrededor de la bacteria e impidiendo que actúe.


En los casos en los que el paciente presenta algún problema de salud, bajo nivel de defensas o dificultad pulmonar, la bacteria actúa produciendo los siguientes síntomas: tos, tos con esputo sanguinolento, dolor torácico, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudoración nocturna.
Se calcula que hasta una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente, esto es, se han infectado con el bacilo (Mycobacterium tuberculosis) pero todavía no presentan indicios de la enfermedad, ni la transmiten.
Una persona infectada con el bacilo tiene un 10% de posibilidades de padecer una tuberculosis, bien sea del tipo más corriente o del tipo multirresistente. Esta última, la TBC multirresistente, es más agresiva y no tan habitual, aunque en 2012 se diagnosticaron más de 450.000 casos de este tipo en todo el mundo.

Pero, tranquilos, la tuberculosis es curable y el proceso de curación es sencillo. Durante seis meses aproximadamente, los médicos administrarán antibióticos al paciente, el cuál mostrará síntomas de recuperación, bien total o parcial, hasta la completa curación. Por otro lado, sin medicación, ni tratamiento se pone en riesgo la vida del paciente y aquellos que puedan ser infectados. De hecho, según las estadísticas, dos terceras partes de los enfermos de tuberculosis morirán sin el tratamiento.



Más información en: http://www.who.int/campaigns/tb-day/2016/event/es/

Un artículo de la Dra Mónica San Nicolás Bermúdez

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